La desigualdad: obesidad de la sociedad
Alfredo Bateman
Economista Universidad Javeriana
@alfredobateman
El día de hoy, en medio de un discurso de Gustavo Petro con ocasión de la entrega de
soluciones a un grupo de carreteros, que entre otras es uno de esos ejemplo palpables de
como el compromiso político y la adecuada ejecución de políticas publicas puede cambiar
la vida de la gente, el Alcalde hizo la pregunta de como se calcula el índice de Gini.
Es una pregunta elemental para cualquiera que haya estudiado algo de economía, sin
embargo, para nosotros los economistas volver algo tan elemental, como una medida de
la desigualdad, en un lenguaje comprensible para los demás parece ser una tarea
titánica.
El resto del día estuve pensando en la mejor forma de explicar el concepto y
particularmente su medición, que dicho sea de paso el indicador más popular es el indice
de Gini, pero existen mucho otros, como el índice de Theil, o el índice de Sen.
No se me ocurrió mejor cosa que comparar la desigualdad con la obesidad. Pero antes de
explicar porque, quisiera explicar como se calcula el índice de Gini. El Gini es un
coeficiente que mide la desigualdad de ingresos de un grupo poblacional y se calcula a
partir del área comprendida entre la linea de equidistribución y la curva de Lorenz.
La línea de equidistribución es una línea de 45o trazada en un diagrama que mide en el
eje horizontal la proporción de población y en el eje vertical la proporción de ingresos. Se
llama de equidistribución porque representa un mundo donde cada persona tiene los
mismos ingresos que todos los demás.
Por su parte, la curva de Lorenz representa la acumulación de ingresos de los diferentes
grupos poblacionales en un contexto especifico. Es decir, que proporción del ingreso tiene
que grupo poblacional. En el ejemplo de la gráfica, el 20% más pobre de la población
tiene el 4% de los ingresos totales mientras el 20% más rico tiene el 58%.
El coeficiente de Gini oscila entonces en un rango de 0 a 1. Cero es cuando existe una
igualdad perfecta y todos tienen los mismo ingresos (no existe área entre la
equidistribución y la curva de Lorenz porque son la misma). Y uno cuando una sola
persona tiene el total de ingresos y el resto no tiene nada. Entre más cerca de la línea de
equidistribución se encuentre la curva de Lorenz más equitativa, en términos de ingresos,
será una sociedad y entre más lejos, entre mayor sea el área, pues más desigual.
Es decir, entre más delgada sea el área A en la gráfica, más equitativa será la sociedad y
entre más gorda, más desigual. Y aquí llegamos a mi analogía. Lo delgado o grueso de la
curva de Lorenz es una medida de la salud de una sociedad, así como la masa corporal
es un indicador de salud de las personas.
Así como algo no podría pesar nada y tampoco todo, no existen sociedades con Gini de
cero, ni de uno. Las sociedades más igualitarias, como Suecia, Noruega o Alemania,
tienen índices de Gini cercanos a 0,3, mientras las sociedades más desiguales tienen
índices de Gini mayores a 0,5 llegando en algunos casos ser cercanos a 0,6. Es decir, si bien en teoría el Gini oscila entre 0 y 1 en la realidad se encuentra en un rango entre 0,3 y
0,6.
Podríamos, apelando a nuestra analogía, decir que una sociedad equitativa (de peso
normal) es aquella cuyo índice de Gini se encuentra entre 0,3 y 0,4. Una sociedad con
sobrepeso aquella con un índice de Gini entre 0,4 y 0,5. Y una sociedad con obesidad
grave o mórbida, con un índice de Gini entre 0,5 y 0,6. Existen algunos casos extremos,
en grupos poblacionales específicos (Ginnes Record en desigualdad donde incluso puede
ser mayor).
Para el caso de la ciudad de Bogotá el índice de Gini en el año 2002, según cifras del
Dane, era de 0,571, es decir, un caso crónico de obesidad mórbida, a punto de sufrir un
paro cardiaco social. Afortunadamente, para el año 2011 se produjo una reducción del
8,6% llegando a 0,522. Y en el año 2012, primer año de la administración de Bogotá
Humana se produjo un descenso del 4,8% llegando por primera vez a 0,497. En solo un
año (2011-2012) se explicó el 34% de la mejora en los últimos 11 años.
El tamaño del éxito de Bogotá en la materia es equivalente a algo así como si una
persona de 1,78 metros pasara de pesar 130 kilos a 100. Ese es el tamaño del esfuerzo y
de los resultados. Bogotá sigue siendo una ciudad muy desigual y segregada, sigue
sufriendo de sobrepeso, esta aún lejos de poderse comparar con referentes
internacionales, pero va en el camino correcto y si se profundizan las propuestas
transformadoras y de defensa de lo público de la Bogotá Humana esa añoranza estará a
la vuelta de la esquina.